Ciertamente nos han inculcado tanto los valores éticos que ya no los proclamamos nuestros, sino de todos. Quiero decir, olvidamos la razón por las cuales nos mostramos con simpatia ante otros, pero lo hacemos. Porque es algo que debemos hacer. Y el problema es justamente ése. Luego ciertas personas se quejan de la verdadera naturaleza de otras cuando las conocen a fondo, o actúan de manera distante con otras que no se muestran con simpatia, sino realmente cómo son. Es algo así como una contradicción, porque llega el punto de que no sabes cómo has de comportarte. Creo que la sociedad - odio decir sociedad - nos hace vivir en una agonía constante, en un deseo imparable de cambiar y aspirar a ser mejor persona - para la misma sociedad, no para nosotros mismos como algo individualista - por no ser lo suficientemente buenos. Pero definamos "suficientemente buenos" o "mejores personas" y seguiremos sin hallar una respuesta congruente, pues las personas, como colectivo, podemos dar ejemplos para definir tal psicología, pero siempre apuntaremos a la perfección desde un punto de vista individual y subjetivo.
Mi punto de vista es que esos valores nombrados arriba permiten una sociedad mejor, pero no dejan que el individuo desarrolle su personalidad en plenitud. La gente espera que actúes con simpatia de manera altruista, pero eso es casi imposible, así que siempre esperarás algo a cambio. Y cuando no lo consigas, te desenvolverás como una persona insatisfecha.
"Insatisfecha". En realidad, es un principio del capitalismo, que la gente se sienta insatisfecha y gaste su dinero en cosas que no valen la pena sólo para preservar su imagen, pero el caso es que uno de los principios morales está basado en algo que es totalmente contrario a su naturaleza. Algo así como pasa en la religión cristiana: exponen y supuestamente dan ejemplos reales de devotos totalmente comprometidos con su cristianismo, pero ni los mismos representantes de dicha religión se comportan tal y como dicen las sagradas escrituras. Es algo así como una manzana totalmente brillante y apetitosa, pero que al cortarla se puede apreciar que se está pudriendo por dentro.
Decir una cosa y demostrar otra es algo que ha perdurado toda la vida, casi como que la humanidad necesite mentir para su supervivencia. Nos gusta mentir, y eso es algo que no podemos negar. Creo que sólo queda decir que es absolutamente normal ser hipócrita con unos valores tan absurdos, tan servibles y tan poco servibles a la vez.
Mi punto de vista es que esos valores nombrados arriba permiten una sociedad mejor, pero no dejan que el individuo desarrolle su personalidad en plenitud. La gente espera que actúes con simpatia de manera altruista, pero eso es casi imposible, así que siempre esperarás algo a cambio. Y cuando no lo consigas, te desenvolverás como una persona insatisfecha.
"Insatisfecha". En realidad, es un principio del capitalismo, que la gente se sienta insatisfecha y gaste su dinero en cosas que no valen la pena sólo para preservar su imagen, pero el caso es que uno de los principios morales está basado en algo que es totalmente contrario a su naturaleza. Algo así como pasa en la religión cristiana: exponen y supuestamente dan ejemplos reales de devotos totalmente comprometidos con su cristianismo, pero ni los mismos representantes de dicha religión se comportan tal y como dicen las sagradas escrituras. Es algo así como una manzana totalmente brillante y apetitosa, pero que al cortarla se puede apreciar que se está pudriendo por dentro.
Decir una cosa y demostrar otra es algo que ha perdurado toda la vida, casi como que la humanidad necesite mentir para su supervivencia. Nos gusta mentir, y eso es algo que no podemos negar. Creo que sólo queda decir que es absolutamente normal ser hipócrita con unos valores tan absurdos, tan servibles y tan poco servibles a la vez.