viernes, 7 de diciembre de 2018

Estar dentro de este minuto

El minuto se ha convertido
en el malo:
el que hay que herir,
el que hay que minimizar,
el que hay que matar
porque puede llegar a hacerlo antes

(a mí)

El minuto se ha convertido
en el villano,
el antihéroe,
el falso salvador,
el hipócrita,
el Judas,
el salvaje.

El minuto se ha convertido
en lo que había fuera de él.

Y lo que había fuera de él,
en él.

Y está bien,
está todo correcto,
aunque ahora todo pesa
un poco más que antes
- qué genial -

La incógnita sigue ahí:
cuánto durará ese minuto
y si realmente será un minuto
y cuánto me va a pesar
todo lo que hay fuera después.

El minuto me absorbe
como una aspiradora que
zumba y zumba.
- prefería que fuese al revés -

De esas viejas,
estropeadas,
que echan humo.

Pero zumba y zumba.
¿Quedará algo después?

Te contaré un secreto:
nunca es un minuto.
Y vuelve siempre,
como una idea recurrente.

Quiero poder respirar
fuera del huracán,
de la tormenta.

Sin que las cosas pesen
(Aunque en la tormenta
me sienta volátil)
Sin que las cosas dejen de estar
(aunque en la tormenta
me sienta frágil)

Ya he dicho que zumba y zumba.
Si siento algo es miedo
y si piso fuerte es para sentir mis pies.

Si siento el frío
me siento vivo
pero recuerdo cómo es
estar dentro de este minuto.

Lo que no recuerdo es cómo cambió.