jueves, 13 de diciembre de 2018
¿Queda algo de mí en mí?
de dos
estamos de pie
y tus brazos
me consumen,
como pirañas
se acercan,
me manosean.
¿Sientes mis latidos?
Es mi cuerpo acelerándose,
tú tomando el control,
pretendías ser bufanda
y tus extremidades
se han convertido
en serpiente,
asfixiando,
apretando fuerte,
delimitando propiedad.
No me doy cuenta
porque estás caliente
y mi cuerpo frío:
me das calor,
no me doy cuenta
de que me mareo
y aunque me falta el aire
''tú también me lo das'', pienso.
Estamos de pie
y tus brazos
me consumen
pero no me doy cuenta.
¿Queda algo de mí en ti?
¿Queda algo de ti en mí?
Estamos de pie
y me olvido
de que estoy,
de que soy,
de que quedo,
de que vivo
y no para ti
ni contigo
- si tiene que ser de esta manera.
La pregunta no es
si queda algo de mí en ti
ni de ti en mí
la pregunta es si queda algo de mí en mí
habiéndome querido tú de esta manera,
habiéndome dejado querer
cual parásito.
No me preguntes por qué
no salgo
como si fuera fácil.
No me digas que soy débil
como si eso fuera todo.
Ayúdame y dime
que tú saliste de aquí,
que te quitaste la bufanda
porque no la necesitabas
porque nunca la necesitas
si te aprieta
porque el amor no daña
ni espanta
porque no te ahoga
ni asfixia
porque el amor
no es tirarte al mar
con un peso
en el pie,
cual preso.
Porque no es propiedad
ni necesidad.
Pregúntame
si queda algo de mí en mí
y te prometo que pronto
ya no habrán más hilos que romper.
No estamos de pie,
estoy de pie
y si quieres
y quiero
tú estás conmigo.
¿Queda algo de mí en mí?
Estoy,
soy,
quedo,
vivo,
y no para ti ni contigo.
lunes, 10 de diciembre de 2018
Que no quiero ni pensar
porque no tengo miedo.
Me gustaba estar contigo
porque no tenía miedo
y ahora tengo miedo.
Pero muy heavy.
¿Me emborracho o huyo?
La historia está siempre
en que lo doy todo
y luego tengo miedo
pero apenas lo tuve contigo.
La historia está
en que fuiste poniendo
cosas encima de la mesa
y qué cruel.
o incluso luego
es algo que no quiero ni pensar.
En aquel sofá
Hubiese llorado en tu hombro por horas.
Hubiese estado abrazándote,
llorando,
sin pedir disculpas después.
Pero pedí disculpas
y no fueron horas.
Y ese es el problema.
Demasiado transparente,
demasiado vulnerable,
demasiado ventana.
Y yo me empaño porque eso hago siempre.
Creo que hemos traspasado líneas,
las hemos borrado,
quemado,
rechazado,
y me va a costar rehacerlo todo.
Ponerlas de nuevo.
Déjame ser menos claro:
has sido esa ola que viene lejos
y yo he creído haber sabido nadar
desnudo
porque íbamos con una idea,
con una expectativa,
con una ilusión.
- debería hacer un poema sobre
ideas,
expectativas,
e ilusiones,
que acaben en un
''eres interesante pero ya está''-
En realidad no has sido esa ola
pero hemos alimentado la ola,
con la sensación siempre
que la estabas dirigiendo tú
y yo,
nadando,
aprendiendo a bucear con menos aire
y más aire.
Y qué miedo, ¿no?
Ahora, digo.
Tirarte al agua
y que la red no sea red,
que en la piscina
al final no haya agua
y sangre por el golpe.
Hubiese llorado en tu hombro por horas.
En aquel sofá.
Así de vulnerable me he sentido por ti.
No puedo ser más claro
pero sí que ha sido una decepción,
un golpe.
Menudo volantazo, colega.
Los límites me ahogan
y menudo volantazo.
Seco.
Como mi boca.
Siempre.
Enumeraré algún día
todas las personas
que han pasado por
''no estoy preparado para una relación''
pero luego ni relación.
No todo pasa por un compromiso.
Pero supongo que es complicado pensarlo.
Hazme un mapa de cómo actuar con estas nuevas rayas y luego hablamos.
viernes, 7 de diciembre de 2018
Estar dentro de este minuto
El minuto se ha convertido
en el malo:
el que hay que herir,
el que hay que minimizar,
el que hay que matar
porque puede llegar a hacerlo antes
(a mí)
El minuto se ha convertido
en el villano,
el antihéroe,
el falso salvador,
el hipócrita,
el Judas,
el salvaje.
El minuto se ha convertido
en lo que había fuera de él.
Y lo que había fuera de él,
en él.
Y está bien,
está todo correcto,
aunque ahora todo pesa
un poco más que antes
- qué genial -
La incógnita sigue ahí:
cuánto durará ese minuto
y si realmente será un minuto
y cuánto me va a pesar
todo lo que hay fuera después.
El minuto me absorbe
como una aspiradora que
zumba y zumba.
- prefería que fuese al revés -
De esas viejas,
estropeadas,
que echan humo.
Pero zumba y zumba.
¿Quedará algo después?
Te contaré un secreto:
nunca es un minuto.
Y vuelve siempre,
como una idea recurrente.
Quiero poder respirar
fuera del huracán,
de la tormenta.
Sin que las cosas pesen
(Aunque en la tormenta
me sienta volátil)
Sin que las cosas dejen de estar
(aunque en la tormenta
me sienta frágil)
Ya he dicho que zumba y zumba.
Si siento algo es miedo
y si piso fuerte es para sentir mis pies.
Si siento el frío
me siento vivo
pero recuerdo cómo es
estar dentro de este minuto.
Lo que no recuerdo es cómo cambió.
viernes, 9 de noviembre de 2018
y eso para otro día
que la vida sea efímera,
me da pena vivir dos días,
pero a la mañana siguiente
me quiero morir.
Y es que por mucho
que no quiera hacerlo
siento demasiado;
lo siento demasiado,
todo me es demasiado
aunque a veces sea bonito
porque piense que no.
Es como cuando una crisis
(de migraña)
generas un cambio,
te deja de doler un minuto
y ese minuto es perfecto
- ojalá vivir en ese minuto eternamente -
pero todo vuelve en efecto rebote.
Y duele muchísimo más porque parecía que todo iba a calmarse,
estabilizarse.
Y las cosas son así:
a veces vivo en ese minuto
alargándolo como puedo
y me miro y puedo
y lo miro todo
y soy liviano,
soy papel,
soy hasta paisaje.
Y soy etéreo
y estoy fuera de mí,
fuera de esto,
fuera del minuto
porque no hay ni temporizador.
Otras vivo en ese bucle,
en el ahogo,
- por mucho que deje atrás la queja
y me mueva -,
en esa ola que me engulle.
Sigo teniendo miedo aunque diga que no,
miedo a que no haya más minutos,
más tiempo,
más oportunidades,
más ''voy a salir de esto'',
más ''sé que puedo con esto''
porque la verdad es que no lo sé.
No quiero que nadie me salve
(porque no hay nada que salvar)
pero a la vez quiero salvarme
pero que nadie me salve
y a la vez que alguien me salve
pero no, que no hay nada que salvar.
(y así en bucle)
Si me abro intentando reencontrarme
siento demasiado
y todo vuelve:
si me cierro intentando acorazarme
no siento nada
y todo se va.
Sea como sea el resultado es el mismo
pero con diferente sujeto:
Te abres,
te dañan.
Te cierras,
te dañas.
Creo que acabo de describir la depresión,
pero voy a seguir con el jazz
y eso para otro día.
domingo, 28 de octubre de 2018
Pero no te creas, lo tengo
es porque no quiero tener miedo.
Pero no te creas,
lo tengo.
Si te recuerdo que estoy aquí
es porque no quiero tener miedo.
Pero no te creas,
lo tengo.
La pregunta es:
¿estoy dejando
que el miedo domine las cosas
al intentar evadirlo?
Estoy cansado de quedarme quieto,
quejarme,
no apostar por un cambio real.
Estoy lleno de miedos:
¿hasta qué punto admitirlo, también,
forma parte de tener miedo?
Estoy lleno de miedos:
¿acaso el miedo
puede ser
la marca personal de alguien?
Estoy lleno de miedos,
pero,
¿podría seguir por esta línea
(la de ahora)
y seguiría siendo yo?
La verdad es que sí y no:
siempre quedará
un pedacito de mí lleno de miedo:
un mini-yo aterrorizado,
un niño que quiera conocerlo todo
pero a la vez no sea capaz
y se quede quieto:
Ese chaval que está en la silla
- porque tiene miedo -,
ese chaval al que le aterran las olas,
al que le intimida el mar,
que escribe,
siente
y percibe
pero lo hace con miedo.
No estoy diciendo
que vaya a dejar de tener miedo,
(como si fuese algo totalmente controlable)
estoy diciendo que con miedo no soy yo.
La verdad es que a pesar
de vivir aterrorizado
he logrado muchas cosas:
pero he logrado muchas más no haciéndole caso
a ese yo interior.
Buenas o malas siempre han sido positivas:
aprender es una parte fundamental.
Aquello contigo fue una crónica
de un fracaso anunciado
- que yo iba anunciando por aquí -
pero no merece especial mención:
El caso es que
Si me lanzo
es porque no quiero tener miedo.
Pero no te creas,
lo tengo.
Si te recuerdo que estoy aquí
es porque no quiero tener miedo.
Pero no te creas,
lo tengo.
lunes, 24 de septiembre de 2018
Demasiado vacío (pero de vida)
en el parque,
en la terraza,
en la cocina,
en el portal.
Llorando solo
en la plaza,
por la mañana,
por la tarde,
por la noche.
Demasiado vacío.
Escucha, el océano es una metáfora y me ahogo con él
y sin él.
Me encantaría sentir algo más,
algo más que los ahogos,
algo más que esa falta.
Me encantaría sentir.
Me encantaría.
Pero no es como si no lo hubiese reiterado lo suficiente.
No puedo evitar llorar.
Podría seguir diciendo que esto pretendía ser un poema donde no llorase
(solo,
de nuevo)
Y es que no voy a decir esta vez
que estoy borracho
- porque no lo estoy -
pero una realidad es que me he quedado sin recursos
para ejemplificar mis sentimientos
de manera discreta.
Lo de la silla estaba bien,
lo del océano estaba bien,
lo de la ola estaba bien.
Pero no estoy bien.
Demasiado vacío
pero de vida.
Ojalá pudiese cambiar lo immutable.
martes, 11 de septiembre de 2018
Outta here
Étereo.
Relativo.
Diáfano.
Límpido.
Transparente.
Ligero
Absoluto.
Constante.
Fluido.
Eléctrico.
Resistente.
Fresco.
Líquido.
Acuoso.
Fino.
Tallado.
Redondo.
Obtuso.
Consistente.
Puro.
Abstracto.
Áereo.
Limpio.
Incorpóreo.
Desnudo.
Valiente.
Completo.
Real.
Así es como me siento
fuera de aquí
fuera de mi cuerpo,
fuera del mundo,
fuera de mi propio pecho,
fuera de mí.
The way is not going to be easy
but i can be outta here
con el corazón en brazos
y en la mano.
Así es como me siento
cuando no me siento
Así es como me siento
cuando no lo siento.
Cuando me siento en los paisajes,
cuando siento el aire,
el agua,
sin ahogarme.
Cuando me siento caliente
y no frío
y no me quemo.
Cuando hace calor y no estoy frío
ni estoy ardiendo.
Cuando entra una brisa y me estremezco.
Cuando cierro los ojos y veo el mundo.
- y no el mundo pasar -
Cuando ni tan solo quiero ahogarme.
Cuando viene una ola y no me lleva lejos.
Cuando siento cada pelo de mi cuerpo moverse por el viento.
sábado, 8 de septiembre de 2018
All we do is hide away
que quiero una botella de vodka,
un abrazo,
un beso en la mejilla,
un ''todo estará bien''
versión extendida.
Me encantaría decirte
tantas cosas
que nunca te las diré.
Lamentablemente esto es
un ''tengo miedo'' versión dos
o un ''versión extendida'',
llámalo como quieras
pero así debería de ser tu ''todo estará bien''.
Te he dicho tantas cosas ya
que se me olvida
que muchas de ellas
me las guardo,
o las escondo entre metáforas
para no ser tan vulnerable,
tan cristal,
tan transparente,
tan etéreo
Porque la verdad es que
cuando me miras,
me miran,
me siento una ventana
la mayor parte del tiempo.
Me falta cerveza en la nevera,
y helado en el congelador.
Lamentablemente esto es todo
lo que puedo decirte.
Al menos por ahora.
Lo siento pero estoy muy borracho
y todo lo que hago es esconderme.
domingo, 12 de agosto de 2018
Afraid
pero estoy atrapado.
Y giro, y también me muevo
y vuelvo a girar
pero ni adelante
ni hacia atrás
y qué más te voy a decir
si me mareo
y no quiero seguir moviéndome.
El mundo se mueve
pero estoy atrapado.
Estoy atrapado
en qué pasaría si
hiciese algo que realmente
me diese miedo.
Miedo.
Si me tirase al agua sin más,
realmente sin esperar nada.
Si llorase delante de todo el mundo
realmente sin esperar nada.
Si hiciese las cosas sin esperar nada
si escribiese sin esperar estar mejor.
Estoy atrapado en un cuerpo
que no quiere moverse
porque no quiero que se mueva
pero a la vez sí.
Pero a la vez no se mueve
y se mueve.
Estoy en esa silla giratoria
que da vueltas y vueltas
porque alguien le ha dado muy fuerte
y no miento cuando digo
que quiero que el mar me engulla.
Pero sigo dándole vueltas.
Y sigue dando vueltas.
Me gustaría decir
que hay un plan:
que al lado de la silla
hay realmente alguien,
que abriendo la puerta
me espera una botella de vodka.
O algo así.
Pero no es verdad.
Me siento demasiado lejos.
Porque me muevo
demasiado rápido,
demasiado lejos.
O eres tú
y además tú
y tú
y tú
quienes avanzáis
y yo sigo aquí,
en el mismo lugar,
de la misma manera,
de la misma forma.
Sigo queriendo que venga una ola y me lleve lejos.
Deja que ponga el pie en el suelo
antes de que sea demasiado tarde.
Ya no pido que sigas aquí
para cuando pase.
Ni que detengas la silla
Ni que me dejes una botella de vodka
ni café frío,
ni té
ni me esperes en la repisa
ni tampoco que me abras la ventana.
Solo te pido que me dejes bajar antes de tiempo y que no te sorprenda.
No preguntes,
no te asombres.
El mundo se mueve
y estoy atrapado
y solo quiero que por una vez cuando ponga el pie en el suelo no sea demasiado tarde.