El móvil me ha dejado a medias mientras te escribía. Creo que de tanto amor se le ha parado el corazón. Y joder, me ha dejado a medias, con el corazón - mi corazón - en la mano. Creo se me acaba de caer al suelo del susto. Lo siento, soy patoso. Al menos ya no está lleno de polvo, aunque ahora tiene un golpe más.
Y ya no sé si maldecir mi existencia o maldecir tu impertinente recuerdo.